miércoles, 27 de mayo de 2009

Diario de un deambulante



Hay palabras que sugieren mucho más que lo que su lectura de sílabas o el diccionario nos cuentan. Deambular es una de ellas. Deambular se define como el acto de andar o pasear sin rumbo predeterminado. Por los avatares que sabemos, no es frecuente que salgamos “a la deriva”. Nuestra estancia en la calle es porque “vamos a” o “venimos de” algún lugar, con más prisa o con menos, pero siempre con un propósito y una dirección. Sin embargo el origen latino del término “de-ambulare” es más sugerente en cuanto hace referencia al paseante que lo hace acompañado única y exclusivamente de sí mismo y de sus pensamientos. Eso es ni más ni menos que un deambulante, un pensador ambulante.

Esta puntualización etimológica viene al caso de un pequeño artículo que me gustó mucho y que leí de casualidad hace algun tiempo en el diario El País. Iba firmado por el escritor Antonio Muñoz Molina bajo el bonito nombre de “Poesía caminada” en el que trazaba una poética glosa acerca del viejo arte del caminar referida a una publicación de un autor inglés. Entresaqué esta frase que me gustó especialmente y apunté en una libreta para recordarla

“Caminando deprisa se atraviesan conversaciones igual que encrucijadas de calles”

Animado por el estímulo del artículo me propuse el sano ejercicio de salir a deambular por los alrededores de mi barrio. Actos intrascendentes de a diario cobraban ahora nuevas perspectivas e incluso me propuse crear un registro de imágenes con la cámara del móvil. Me veo saludando a Ana María, una de mis vecinas, que pocos pueden imaginar que esta menuda y oronda mujer fue una autentica pionera del deporte femenino y una de las primeras mujeres paracaidistas de la gris y machista España de finales de los 50.La foto es de mi vecina en 1960. Su increíble historia ya la conté aquí
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Me veo saludando también a otras personas más o menos conocidas, a Juan el pescadero, a las hermanas del kiosco, al librero de la Plaza de los Terceros que coloca algunos libros de viejas ediciones en la vitrina de su establecimiento.

Delante de mí camina un personaje singular de mi barrio. Yo le llamo “el hombre de los trenes” porque siempre va con dos vagones de trenes de juguete, uno en cada mano. Nunca los suelta. Lo que daría por conocer las historias de vida que esconderán esos trenes.



Unos metros más allá está “Casa Alonso” la clásica -y ya escasa- tienda de ultramarinos del barrio con su pizarra y ofertas escritas con tiza en la pared .



Unos pasos más y me veo frente a la vieja y familiar “Droguería Verde”, como la llamábamos popularmente. La de veces que he ido y voy a por materiales. Compraba ya en ella muchos años atrás el avituallamiento de pinturas, pinceles, carboncillos , pigmentos y lienzos en mi época de estudiante de arte. Era más barata que las demás tiendas de materiales.



Enfrente de la droguería, el Bar EME, un sitio peculiar y muy "propio" pero con buenas tapas. Para mi hijo, sirve los mejores montaditos del mundo mundial.



Cruzo la avenida y me encarrilo frente a un edificio que antaño fue Escuela de Bellas Artes, luego Facultad de Filosofía y Pedagogía (donde estudiaron muchos de mis amigos), más adelante pasó a Facultad de Periodismo y ahora nuevamente, un anexo de Bellas Artes. Las vueltas que dan la vida y las piedras de los edificios.



Unas calles más adelante paso frente a otro establecimiento singular, "Artesanía Rodríguez", una tienda de “atrezzo” y complementos para la turística y famosa Semana Santa sevillana: capirotes, cordones, velas y todo lo necesario para los miles de nazarenos de esta ciudad. También un pequeño negocio familiar.



Me enfilo por la larga y estrecha calle Sol, hasta desembocar en Santa Lucía, iglesia desacralizada reconvertida en “Iniciarte”, un espacio expositivo de Arte Contemporáneo ( y que casi siempre veo cerrado).



Me cruzo con algunas de esas pintadas anónimas y llenas de ingenio que a veces aparecen en las paredes. Algunas auténticas maravillas poéticas como aquella a que le dediqué recientemente este post. Pero sobre todo, me cruzo con cientos de caras y de vidas anónimas, atravieso -a la par que las calles y las aceras- sus conversaciones, de las que apenas logro retener una fugitiva frase o si acaso una palabra perdida: adiós, mañana, tengo que, voy a, prima, dinero, hora, tiempo, quedar, piso, etc. No es asunto de fisgonear sino en estar en estado de alerta, despertar los sentidos de la memoria, atento a los estímulos, a los movimientos, a los gestos, al ir y venir de la gente, a la imperfección que marca la rutina de la calle. Es por eso que Muñoz Molina alerta

“…privarse de los sonidos de la calle es un desperdicio tan grande como el de los regalos de la vista”

¿Nos damos cuenta? En la calle, en el autobús encontramos cada vez mas gentes interconectadas y aisladas del ruido urbano por medio de sus mp3, ipod, móviles y demás artilugios tecnológicos. Vemos a gente gesticular y que parece hablar sola a voz en grito pero que en realidad hablan por medio del discreto interfono de móvil con un interlocutor anónimo. Público y privado a la vez, casi una situación surrealista cuando coinciden en una parada dos personas que hablan con el manos libres casi enfrente una de otra y sin embargo hablan cada cual de sus cosas con sus respectivo/as interlocutores/as. Es verdad que a veces los ruidos de la calle son molestos, las obras, los coches, las motos, la carga y descarga de mercancías, etc. Pero lo paradójico es que estas tecnologías que nacieron para facilitarnos la comunicación también nos aíslan y nos encapsulan en burbujas de incomunicación, no propiciando la comunicación con las personas reales de carne y hueso, dificultándonos ejercer el sano acto de saludar y hablar incluso con desconocidos. Hay quienes hablan de la “generación pulgar”, nacida, crecida y “educada” en pleno auge de la tecnología móvil e internet, del ipod y del iphone, del plasma y la TDT.

Yo era de los que usaban el mp3, sobre todo cuando iba en bicicleta por mis trayectos urbanos. Ahora lo soporto menos. Apenas si aguanto algunas canciones porque al poco rato necesito mi “dosis” del ruido real de la calle o el gorgoteo urbano. Me imagino cazando palabras y conversaciones al vuelo como un cazador de mariposas. Atento y despierto, ficcionando e imaginando relaciones imposibles, exprimiendo las sensaciones hasta licuar una pequeña frase, un metaforismo, un haiku, una fotografía, una imagen sobre la que reflexionar a lo largo del día.

“Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar” Machado tenía razón: hacemos camino cuando regamos el pensamiento al caminar. Movemos las piernas y pinchamos a las neuronas para que se despierten de su letargo rutinario. Si los pensamientos se aceleran, nuestros pasos también, nuestros ojos ven más y nuestros oídos alcanzan mayores y sutiles registros. Y cuando nuestros sufridos pies pidan clemencia, regalarnos un descanso, un café, una charla desenfadada con el camarero o leer la prensa tal vez, encontrar un artículo o tema interesante y ver si mis pensamientos han ido más o menos lejos que mis pasos.

Y me despido con un breve "antojiku" sobre el caminar.

se volvió sobre sus pasos
mas erró el camino
ni él ni el sentido
eran ya lo mismo

domingo, 24 de mayo de 2009

Cortázar, los líbros, los pájaros y el Jazz.

Menos mal. De casualidad me vengo a enterar gracias a Jazz, ese ruido ( que es un magnífico y recomendable blog sobre jazz) de un evento que ,con motivo de la Feria del Libro, se celebraba días atrás aquí mismo en Sevilla y cuyo cartel se reproduce a la izquierda. Jazz y literatura, literatura y jazz. Tanto monta, monta tanto. Se trata de la presentación de un libro a cargo de Apoloybaco, una asociación que como reza en su subtitulo, aboga por unir y reunir las culturas del vino, la literatura y el jazz, que por fuerza, han de generar buenas mixturas. Como ya hiciera Cortázar con su relato "El Perseguidor", grandísimo homenaje literario al malogrado maestro del Be-bob, Charlie Parker, mas conocido como "The Bird", el pájaro, porque según decían quienes le escuchaban , su música volaba alto, mas alto de lo que ningún saxofonista del momento pudiera soñar. Y por eso, para acompañar debidamente la presentación, nada mejor que buen jazz en vivo como el que nos deleitó el cuarteto de Manuel Calleja con sendos homenajes a Parker y a Cortázar, con la lectura de breves fragmentos de "El perseguidor" y conocidas piezas de "The Bird" como Cherokee, Parker Mod y !Embraceable you! de mi Museo Imaginario. En este video de YouTube el mismo Cortázar lee un pequeño fragmento de su cuento "El Perseguidor" con La música de fondo de "Out Of Nowhere" con Charlie Parker.

Y casualidad (o no) que comprara momentos antes del concierto "Gorrión, migajas....", un breve y exquisito librito de Pre-textos con poemas breves y algún haiku
de Isabel Escudero en torno a los pájaros . Algunos de los que empecé a leer al azar, realmente hermosos y los voy a a compartir
Pajarito yerto,
más grande la muerte

cuanto más pequeño.

Herido
el pájaro,
el cielo
intacto.

Como el ave de paso,
no deja huella,
pero el camino
en el aire queda.


Y para concluir este post, nada mejor que hacer una mixtura que no falla: jazz con blanco y negro. Os dejo un vídeo que he montado con algunas de las fotos que realicé durante el concierto y como no, la música que "ya tocó mañana" como dijo alguna vez The Bird. Ya saben, música para cronopios...


miércoles, 20 de mayo de 2009

88 años con Mario (Benedetti)

Ya sé. Llego tarde. Pero no quería dejar de hacerlo y aún a pesar de no haber sido -durante algún tiempo- gran lector de poesía. Pero con Mario Benedetti hice (hicimos mi compañera y yo) un "trato" especial. Cuando me casé, el Alcalde de Carmona (de entonces) como maestro de "ceremonia" nos recitó ese bello poema de Benedetti que es "Hagamos un trato", aquí cantado por Serrat e introducido por el mismo Benedetti, creo. Es mi humilde homenaje a este grandísimo poeta del compromiso, del amor y de tantas, tantas cosas que difícilmente me cabrían en este insignificante post. Porque Benedetti uruguayo y universal nos dejó este pasado día 17 de Mayo. Nos dejó es sólo un decir porque su inmenso testamento literario permanecerá para quienes hagan un trato de compromiso con la poesía en mayúsculas y en minúsculas. Qué más puedo decir. Gracias, infinitas gracias Benedetti.


lunes, 18 de mayo de 2009

Preguntas corrientes no aptas para robots


¿ A qué batuta obedecen las acrobacias del murciélago ?

¿ A dónde van a parar los guantes desparejados?

¿Hay algún pelo que no se lama el gato?

¿Por qué los niños preguntan tantas veces por qué ?

¿Con tanta tecnología de ensueño, por qué no podemos grabar en alta definición nuestros propios sueños?

¿Por qué nos aseguramos de existir tocando con la punta del dedo nuestro reflejo en el espejo ?

¿ Puede una palabra recuperar su memoria histórica?


Lo dicho, preguntas corrientes para una tarde de domingo o una tarde cualquiera. Para pasar el rato....y el reto (también a los robots). ¿Alguien tiene respuestas que sean más preguntas?
(La imagen de arriba corresponde a la versión robótica del famoso pensador de Rodín. Vía Gizmodo.)

martes, 12 de mayo de 2009

Antonio Vega, el chico de ayer.


“Sólo el azar puede encontrar ese truco que revela tu soledad”
( De Magia y Precisión)

La historia se repite de la misma forma con que se rayan los viejos discos de vinilo. Porque de discos y viejas historias va este post. Porque -como ya es costumbre- los genios entran por la puerta grande cuando salen por la otra puerta, la del no retorno. Esto suele ocurrir “en este universo informal, donde crecen las semillas de lo absurdo y lo genial” como cantaba Antonio Vega en “Relojes en la obscuridad” junto a su hermano con Nacha Pop. Porque este chico de ayer, Antonio Vega, ya no compondrá esas hermosas canciones y ya no hará "nada mejor que remover el tiempo con el café”. Nos quedará su música, sus canciones. Alimentará su mito de “rara avis”. Agrandará su leyenda. Las discográficas desempolvarán sus viejos temas. Se le harán los justos homenajes y se versionarán (con mas o menos fortuna) sus más conocidos temas, como "La chica de ayer".

Como nunca me gustaron los “himnos”, no puedo decir que me apasione especialmente “La chica de ayer”, esa canción que ahora muchos rescatan del youtube, como estandarte de la tan traída y llevada “movida”, tema imprescindible en recopilatorios y estuches lujosamente editados para nostálgicos de los “inflados” y tal vez, sobrevalorados años 80.No más que otras. Lo mejor de la movida queda fuera y no es otra cosa que el “destape” de libertad y creatividad que eclosionó años después, tras la muerte de Franco. Tuve suerte de vivirlo en primera persona . Claro que, desde entonces, ha llovido mucho. Y no a gusto de todos.

Ha muerto Antonio Vega. Tenía 51 años. Tenía cáncer de pulmón. Y deja tras de sí junto a Nacha Pop y en solitario, una estela de grandiosas canciones que soy incapaz de enumerar sin dejar algunas: Una décima de segundo, No puedo mirar, Vidas agridulces, Sin Conversación, Luz de cruce, Pon precio a tus besos, Magia y Precisión , etc. Todas ellas podrían poner música a la banda sonora de algunas generaciones.

Escarbando por el youtube quisiera rescatar dos rarezas. La primera es "Océano de sol" de su segundo disco en solitario y su único viodeoclip ( dirigido por Julio Medem):

La segunda, con Nacha Pop en la época de "Dibujos animados" en 1985 en una actuación para TVE,una de las mejores interpretaciones que uno recuerda de "Una décima de Segundo", la maravilla de Antonio grabada a altas horas de la madrugada en compañía del inspirado Teo Caralda al piano.

Y para concluir mi homenaje, una de mis preferidas de Nacha Pop, que archivo para mi Museo Imaginario:

Dedico este post a un amigo especial, excelente pintor y amante como ninguno de la música de Antonio Vega: mi amigo Lolo Pavón, que me consta que se pasa por la ínsula de vez en cuando)

sábado, 9 de mayo de 2009

Mi abuelo y los conejos de Fibonacci

Ilustración: "Liebre" de Alberto Durero

Cuando era pequeño acompañaba con frecuencia a mi abuelo
Fernando al campo. Recuerdo especialmente las largas caminatas a la finca a lomos de su viejo caballo. Mi abuelo era un apasionado de las matemáticas. Las aprendió de forma autodidacta en su larga instrucción militar. Y también música. Dirigió una banda popular durante la República. Luego… podemos decir que las matemáticas y la música le salvaron el pellejo en más de una ocasión (por dos veces se lo intentaron llevar en mitad de la noche) . Se hizo en el pueblo un reputado y querido agrimensor. Hacía particiones de tierras a la gente de campo que no sabía ni leer ni escribir y menos de cuentas. Solucionada a veces litigios de herencias. Siempre venía gente a casa pidiendo ayuda para tal o cual asunto de tierras. También alguna gente rica y pudiente. Siempre llevaba un cuaderno donde con esmerada caligrafía hacía sus cálculos y anotaciones. Y un viejo libro de problemas matemáticos d e toda la vida, de reglas de tres, de cantidades, de litros, sacos de grano y de trenes que salen y que se cruzan. A veces, para matar el tiempo camino de la finca, me dictaba algunos de estos emocionantes problemas. Yo anotaba de espaldas a él y como podía entre el traqueteo del caballo, los datos en un papel.

Por eso sé que historias como la famosa Serie de Fibonacci y la forma en que la dio a conocer (un asunto de cría de conejos) le hubieran despertado la curiosidad y a buen seguro se hubiera llevado parte de la jornada de campo intentando solucionar el complejo problema de la cría de conejos. Se obsesionaba con los problemas e intentaba por todos los medios llegar a una solución. Casi nunca arrojaba la toalla.

¿Que no saben quién fue  Fibonacci?  Bueno, en la red está todo. Busquen o encuentren (o viceversa a lo “Picasso”), que la curiosidad es la madre de la ciencia. El problema que le dio fama y con el que pasó a la posteridad de la ciencia con la serie que lleva su nombre y que, como suele ocurrir,  nunca llegó a conocer: La famosa Serie o Sucesión de Fibonacci. Pero vayamos a los conejos. Éste es el enunciado:
"Cierto hombre tenía una pareja de conejos juntos en un lugar cerrado y uno desea saber cuántos son creados a partir de este par en un año cuando es su naturaleza parir otro par en un simple mes, y en el segundo mes los nacidos parir también"

El ejercicio de Fibonacci pude enunciarse también de la siguiente forma: pregunta cuantas parejas de conejos habrá en una granja luego de 12 meses, si se coloca inicialmente una sola pareja y se parte de las siguientes premisas:

1. Los conejos alcanzan la madurez sexual a la edad de un mes.
2. En cuanto alcanzan la madurez sexual los conejos se aparean y siempre resulta preñada la hembra.
3. El periodo de gestación de los conejos es de un mes.
4. Los conejos no mueren.
5. La hembra siempre da a luz una pareja de conejos de sexos opuestos.
6. Los conejos tienen una moral y un instinto de variedad genética muy relajados y se aparean entre parientes.

¿Lo saben? hagan sus cábalas.


domingo, 3 de mayo de 2009

Sobre amapolas y asombros


Se resiste altivo
el tallo de la amapola
a perder su corona.
Viento fuerte de Mayo.


Aunque no suelo hacer mayores comentarios sobre mis haikus y antojikus , tal vez y como excepción, en esta ocasión sí lo haré. No hace mucho alguien me recordó una bella definición de un poeta de haikus. Decía que éste era un "cronista de asombros". Realmente me resultó una acertada definición. El caso es que recientemente salía de una visita al hospital para ver a mi madre (estos últimos meses han sido muchas las idas, venidas y estancias en hospitales) . Al dirigirme al coche pasé junto a una linde. Observé cómo entre la hierba sobresalía una solitaria y desgarbada amapola que se debatía por mantenerse entera en medio de un fuerte viento racheado. Finalmente perdió uno a uno sus preciados pétalos. Pensé en todos esos dramas ocultos tras cada número de cada una de las anónimas habitaciones del vecino hospital y en cómo nos aferramos, como la amapola, al esplendor y asombro de la vida.