lunes, 28 de febrero de 2011

Historias de Salamanca

foto de Educación3_o en el álbúm de #quedadasalamanca11 en Flickr

¿Por dónde empezar la crónica? ¿Qué decir que no hayan dicho ya @gregoriotoribio, @SilviaGongo, @Sinfonia40, @juanigncastro,@Juancarikt y casi todos y todas en sus blogs. Así como el agua es difícil de contener entre los dedos, es igualmente difícil hablar de estas pequeñas y grandes historias que hemos vivido en Salamanca sin que se me escapen tantas y tantas cosas intentando retener algunas de ellas. Decir antes que nada que el acogimiento por parte de ese lujo de anfitriones - en las bellísimas personas de carne , hueso y corazón que son Carmen y Curro- ha sido sencillamente soberbio.

Todo, todo ha rozado la perfección: programa, paseos, comidas, bailes, charlas. Hasta el clima se ha congeniado regalándonos a tod@s una Salamanca radiante de sol y festiva que lo ha hecho todo, todo más fácil y acogedor.
Si pudiera santificar a Twitter por haberme dado la oportunidad de conocer a tanta gente con tanta cosas que ofrecer, no lo dudaría. Sin twitter tal vez yo no estaría escribiendo esto porque tal vez nunca hubiera estado con unos y otros en esta bella ciudad que es Salamanca. Esto es así y no hay que darle más vueltas. El pensar que mucha gente aún ven estas "quedadas" de docentes como "algo de frikis" me da risa y tristeza a la vez. Es impresionante descubrir que tras la pequeña ventanita de esos avatares y tras cada uno de los tweets hay personas con tanto que ofrecer, personas que tienen maravillosos proyectos humanos y educativos, personas que comparten desinteresadamente sus conocimientos y aún más, sus emociones e ilusiones. Personas que a pesar de convivir y departir con ellas solo durante un escaso día o dos, me parecen más cercanas y amigas que otras con las que llevo trabajando años y años. Personas que soñaría tener reunidas y de compañeras no en el claustro de un convento sino en ese Claustro Ideal y "real" que tanto anhelamos en estos tiempos difíciles para la educación.

Mis agradecimientos -como mi sueño de escuela- son expandidos a tod@s y cada un@s de quienes han hecho posible estas historias, a quienes ya abrieron la veda en #quedadaMadrid10 y a quienes continuaron en #GranaBFY10 y no sería de justicia nombrar a unos sí y a otros no. Tal vez con algun@s hablara mucho, algo o poco o nada. Todo sucede a nuestro pesar, deprisa. Quedan conversaciones, risas, bailes con Twits & Tweets (¿a que sí @NicolasaQM?) y paseos pendientes. Y queda el inmenso detalle del señor Origami para con mi hijo Mario, el mago de manos asombrosas que hace soñar y alucinar a propios y extraños con simples trozos de papel. Gracias artista, gracias @bernabe.
Tal vez no nos den puntos ni papeles ni "certificados" por estos encuentros y reencuentros "deseducativos" a lo largo y ancho de nuestra geografía y ni falta que nos hace. La amistad no entiende de papeles ni de laureles. No sabría explicar esto, sólo puedo decir que es así como lo siento. Como dijera en un memorable brindis el amigo Jose Luís Castillo (@jlcastilloch):

"Aquí hay mucho talento y esto supone una gran responsabilidad".

Tal vez ya dije más de lo que pensaba decir. Espero que os guste el vídeo, mi pequeña aportación ya que no soy por lo general de mucha locuocidad (Bueno, si me emborrachan sí que sí, eh @SilviaGongo) , os dejo sin más historias pues eso, mis Historias de Salamanca...


PD. Ruego me perdonéis algunas de las erratas del vídeo: frases cortadas, poner "Concejala de Cultura" en vez de " de Relaciones institucionales" y alguna que otra imprecisión horaria y ortográfica. Ganas que tenía de "soltarlo" y publicarlo.

martes, 22 de febrero de 2011

Crónica de un instante (VII): Lolo Pavón se fue a decorar el cielo


"Confusión mixta" Óleo de Lolo Pavón (2002)

Me es difícil, muy difícil escribir una reseña sobre Lolo Pavón en estos momentos. No podría mantener el temple y la distancia necesaria porque no sabría separar debidamente las cosas, las imágenes, los recuerdos, las conversaciones,….Pero Pilar, su compañera, me lo ha pedido para un catálogo y una exposición que le van a dedicar en su ciudad natal , San Fernando. Así que voy a hacer de tripas corazón e intentaré hablar si no de arte , sí de sensaciones y de amistad.

Tengo la inmensa suerte de tener varios cuadros de Lolo en casa. Suelo mirarlos a menudo y con un nudo en la garganta, reflexionar sobre la esencia del arte y de la vida. Irradian una energía especial que se expande más allá del marco, más allá de la pared donde están colgados. Impregnan el aire de tal manera que uno se siente rápidamente poseído y habitado por esa esencia, por ese arte latente de quien verdaderamente ha sido y vivido como un artista. Es como si sus cuadros me miraran y no al revés. Me recuerdan, me están diciendo que hay que sentir y vivir el arte por todos los poros. Es la magia que tiene el verdadero arte. Y Lolo lo tenía, a raudales.


Sobre Lolo han dicho muchas cosas y todas bonitas, todas maravillosamente tiernas, como por ejemplo que fue “un niño grande y un zangolotino feliz”, que era además de un inmenso artista, una maravillosa persona de trato afable, con gran sentido del humor, de animada conversación y (paradojas del destino) todo corazón. Y doy fe de que así es, que así siempre fue Lolo Pavón. Porque nos conocimos en los lejanos y bohemios tiempos de la Escuela de Bellas Artes en Sevilla y desde entonces –a pesar de las vueltas de la vida y las distancias- hemos sellado una de las amistades más sinceras que he tenido el gusto de compartir y sentir.

Así que ruego me perdonen si hablo más de sentimientos que de arte. Me vienen a la memoria tantas emociones, descubrimientos, casas, pinturas, pinceles, músicas, amigos y tantas otras cosas que sería aburrido aquí y ahora, enumerar. Y eran tiempos de dudas e incertidumbres donde hablábamos mucho de las cosas de la vida y por supuesto, de arte. Le he visto crecer como artista. He visto como su obra se ha ido haciendo cada vez más personal y auténtica, cómo su paleta de tonos apagados y su temática expresionista de los primeros años ochenta (bajo el poderoso influjo de la pintura y obra gráfica de Edvard Munch) pasó a iluminarse con un estilo de dibujo y una gama cromática personalísima, alegre y festiva que es una de sus señas de identidad.


Como la vida misma las pinturas, los dibujos y las esculturas de Lolo Pavón están llenas de líneas, caminos y bifurcaciones que conducen a un único y mágico lugar que sólo los verdaderos artistas alcanzan: ese lugar llamado arte, ese lugar que para Paul Klee -un artista al que admirábamos ambos con pasión- no reproduce lo visible, sino que “hace” visible.

Y así es, viendo ahora -y en su dolorosa y prematura ausencia- muchas de sus obras en mi pared o en una galería de arte, pienso en todas las cosas a la vez sencillas y complejas que por ellas hace visibles, todos esos sueños, esa alegría de sentir y de vivir, esos personajes y mundos al límite de la distorsión, esas inverosímiles historias entrecruzadas, esos paisajes de la infancia y de la memoria, esa sinfonía casi musical de colores… Por todo ello, Lolo Pavón ha tenido la inmensa suerte de no irse del todo, de quedarse del lado de acá de quienes aún creemos en la fuerza magnética que tienen las genuinas obras de arte.

Y no se ha ido, como decía su hija Lola, "Lolo Pavón se fue a decorar el cielo". Y éste es el emotivo nombre de la exposición...

Y para cerrar, un pequeño tributo en vídeo con su obra y escuchando su música y su voz...

Lolo Pavon se fue a decorar el cielo on PhotoPeach

sábado, 5 de febrero de 2011

Crónica de un instante (VI) : La vida contigo

Imágen vía Ambientum.com

A poco que uno sea curioso y se interese por el mundo en que vive -y más concretamente, por el fascinante mundo de la ciencia como la biología, la química, la geología, etc.- acaba percatándose de lo absolutamente increíble y excepcional que es el hecho de estar vivos, al menos en el sentido que entendemos actualmente el término “vida” , muy contaminado por viejas concepciones religiosas que tanto daño hicieron a la ciencia y más aún a sus chamuscados artífices que vieron arder sus cuerpos y saberes en las hogueras de la inquisición. Lo que es seguro - en la medida en que podemos saberlo- es que un pequeño, el más mínimo (casi insignificante) cambio en la dinámica o devenir de nuestro planeta pudo haber tenido ( o podría tener) consecuencias que desbordarían nuestra imaginación. Y una de ellas bien podría ser que tú o yo no estuviéramos aquí, que tu o yo no estaríamos leyendo o escribiendo esto que tengo y tienes la inmensa suerte de leer o escribir , no por le contenido en sí, sino por el hecho de poder hacerlo, por estar vivo.

Rebobina por un momento e imagina el instante en que que vas sentado en la ventanilla del tren de tu existencia ( y la del mundo) y que circulas de espaldas a la dirección de la locomotora. Como si de un paisaje que vislumbras tras la ventanilla, rebobinarías a velocidades de vértigo muchas estaciones y periodos hasta a llegar a un punto mas o menos reconocible de inicio, el momento irrepetible en que se iniciaron una serie concatenada de sucesos microscópicos y bioquímicos que desembocaron en ese ser vivo que eres hoy y que habita en algún lugar de un inmenso y afortunado planeta llamado Tierra. Verías que en los últimos 3800 millones de años – y en esto intento citar o recrear de memoria algo que leí tiempo atrás a Bill Bryson- has aborrecido durante miles de siglos el oxígeno y luego lo has adorado, has desarrollado aletas y extremidades y unas garbosas alas, has puesto huevos, has chasqueado el aire con tu lengua bífida, has sido pegajoso, coriáceo, has tenido escamas y pelo, has vivido en las profundidades marinas, bajo tierra, en los árboles o surcado el aire, has nadado, te has arrastrado, has saltado, corrido o caminado sobre cien, cuatro o sólo dos patas ….y un millón de cosas más. Como dice Bryson, cualquier mínima desviación de estos imperativos, por muy insignificantes que sean, podría tener como consecuencia que tu y yo fuéramos insignificantes bacterias lamiendo algas en alguna oscura caverna o mudando de piel arrastrándonos entre los espinos del desierto o vete a saber que nueva forma de vida hubiéramos llegado a ser si en uno de esos estadios las cosas hubieran sido sólo un poco o ligeramente poco diferentes .


Y esto es sólo una parte de tu inmensa fortuna. Si nos vamos a nuestros ancestros cercanos, tal vez comprenderíamos mejor estos vínculos que nos unen a cierta línea evolutiva que por mil y un sucesos irrepetibles, desemboca en ti. Si retrocedemos a esos 3.800 millones de años atrás, piensa que cada uno de tus antepasados por ambas ramas materna y paterna fueron lo suficientemente atractivos o inteligentes o fuertes para encontrar pareja, para sobrevivir a guerras, epidemias, terremotos, fríos polares y calores extremos y encima, han estado lo suficientemente sanos para reproducirse , cuidar a sus descendientes y prepararlos para hacer frente a la vida.
Y no veamos nada milagroso o religioso en esto.Nada de eso. Demos gracias simplemente a eso, a la suerte de estar vivos y asombrarnos por ello. Y eso aún sabiendo que no hay nada exótico ni sobrenatural ni místico en las sustancias químicas que sustentan la vida. Si quisiéramos crear cualquier criatura viva ya sea una perca de río , un cardo, una seta o un ser humano sólo necesitaríamos “cuatros cositas de nada”: carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno más -para darle algo de “sabor” a la vida - una pizca de azufre, fósforo, hierro y calcio entre otros . Si estos pocos "ingredientes" se combinan y encadenan de forma adecuada para formar ácidos, azúcares y otros compuestos básicos, tienen muchas posibilidades de acabar formando parte de un ser vivo como una lechuga o como tú.

Otra cosa distinta es que nos creamos los reyes del mambo, los creadores del arte , de la ciencia y de la cultura y de tantas cosas , que seamos las únicas formas de vida inteligentes en el vasto universo. Sea como sean las nuevas y sorprendentes formas de vida que podamos en un futuro descubrir en los fondos abisales de las chimeneas submarinas, en las ácidas y tóxicas aguas del Río Tinto, en los lagos subterráneos (acabo de escucharlo hoy en televisión) de la Antártida o en los confines del universo, han de responder a una cadena de automontaje exquisitamente ordenada que de lugar a una "estructura", como la que tiene la maravillosa simetría de los cristales de nieve o los mismísimos anillos de Saturno.Bien es verdad que estas estructuras ( ese montón de millones de moléculas) no tienen vida, pero bien podrían estar a un paso, el que en un momento dado estas mismas moléculas dieron para que la vida vaya contigo.
Cuídala
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