lunes, 21 de marzo de 2011

Haikus, Hokusai y las pinturas del mundo flotante



"La gran ola en Kanagawa" HOKUSAI

Me prometí no escribir durante algún tiempo, me prometí dejar reposar las cosas insulares y mis crónicas para dar prioridad a otras urgencias y menesteres que merecían mi atención. Pero tuvo que suceder lo de Japón y pensé en ese post sobre el pintor y maestro grabador Hokusai que tenía guardado en borradores para mi Museo Imaginario.
Y pensando sobre todo en la coincidencia de la imagen que tenía preparada, una de sus mas bellas y famosas xilografías , "La gran ola en Kanagawa", con el reciente y mortífero tsunami que ha hundido a Japón en el caos y la destrucción junto al devastador terremoto y la posterior rotura de los refrigeradores de la central nuclear de Fukushima, haciendo temer lo peor de lo peor.

Quise pues hablar sobre Hokusai, uno de los principales artistas de la escuela Ukiyo-e: las conocidas como "pinturas del mundo flotante". Pero aquí y ahora quisiera dejar sólo unas breves pinceladas.
Katsushika Hokusai, conocido simplemente como Hokusai (nacido y muerto en Edo, actual Tokio, 1760-1849) "el viejo enojado con la pintura", como él mismo se definía, murió a los 89 años, sin haber satisfecho la búsqueda de la última verdad sobre la pintura. Podemos hacernos una idea de la humildad de Hokusai como artista leyendo sus palabras, escritas quince años antes de morir:
[...] a la edad de cinco años tenía la manía de hacer trazos de las cosas. A la edad de 50 había producido un gran número de dibujos, con todo, ninguno tenía un verdadero mérito hasta la edad de 70 años. A los 73 finalmente aprendí algo sobre la calidad verdadera de las cosas, pájaros, animales, insectos, peces, las hierbas o los árboles. Por lo tanto a la edad de 80 años habré hecho un cierto progreso, a los 90 habré penetrado el significado más profundo de las cosas, a los 100 habré hecho realmente maravillas y a los 110, cada punto, cada línea, poseerá vida propia [...]
Recuerdo un emotivo haiku de Nakamichi (1898), de esos que, por tradición, los monjes zen, los poetas y los japoneses en general, dejaban escritos cuando veían cercano el día de su muerte :

Atsui yo ni
Koi to kiyuru
inochi kana

(Hielo en un mundo cálido:
mi vida
se funde)


Hoy, precisamente, la popular y concienciada red social de twitter ha amanecido inundada de poesía en forma de haikus para celebrar el Día Mundial de la Poesía a través de distintos blogs en merecido homenaje a la cultura nipona y a la difícil situación humanitaria que está atravesando el pueblo japonés. Yo mismo he colaborado aportando mi granito de arena. Ya saben los amigos y amigas de Ínsula Dulcamara mi vieja devoción hacia esto pequeños y exquisitos poemitas de tres versos de 5, 7 y 5 sílabas típicos de la tradición literaria japonesa junto al tanka (cápsulas de poesía, los llamaba Octavio Paz en su introducción a las traducción que realizó del maestro del haiku Matsuo Basho y su mítica obra, "Las sendas de Okú") . Dejo aquí en conmemoración de este día y dedicados especialmente al pueblo japonés, varios de ellos...