jueves, 5 de junio de 2014

Arte contemporáneo en la chatarrería y otras historias


Fotografía de Agustín Muñoz Luna vía Las aventuras de Neme


La otra noche vi como unos chatarreros estaban  afanados en meter dentro de su carrito de supermercado unos retorcidos herrajes  de la construcción, que -vistos con una mirada "artística"-  me recordaban en cierta "forma" a una conocida obra de Chillida, "El peine del viento". Y  me vino entonces a mi memoria un sonado suceso de hace algunos años, el robo de obras de arte  contemporáneo más importante jamás ocurrido en España. Más de treinta  obras entre las que se encontraban nada más y nada menos que algunas piezas de  Picasso, Chillida ,  Botero y  Saura. Vamos,  que una "joyita" en términos de valor artístico y sobre todo,  monetario en el mercado negro (o blanco) del arte .  La cuestión es que -sorprendentemente- desaparecieron sin dejar rastro  en su traslado desde la cuidad alemana de  Colonia hasta Madrid. Dichas obras, por lo que he podido indagar,  pertenecían a diversas galerías de arte de Madrid y Barcelona. Su desaparición tuvo lugar en los mismos almacenes de la empresa encargada del transporte  y custodia de dichas obras. Parece se que en el almacén donde se recogían las obras, dejaron el furgón aparcado  ¡¡ con las llaves puestas !! Lo que pasó a continuación no lo diré hasta el final de post por aquello de obligar  a mis náufragos insulares a continuar leyendo, que ya saben que me gustan las historias, que no la Historia,  del arte.

"Peine  del viento" La Concha, San Sebastián , obra de Eduardo Chillida


Ya,  robos de obras de arte ha habido muchos, algunos muy sonados como aquel famoso de La Gioconda en el Louvre, donde hasta el mismísimo Picasso aliado con su "troupe" parisina  estuvo supuestamente implicado y de cuya historia hace no mucho el cineasta  Fernando Colomo hizo una película : "La Banda Picasso". Lo conté tiempo atrás por aquí.



¿Y qué decir del robo en Oslo de famoso cuadrito   "El Grito" de Edvard Munch robado al menos dos veces (creo que 3)  en menos de 10 años?  Lo ladrones en el primer robo dejaron una nota que decía "Gracias por la falta de seguridad". Ahí queda eso.

O aquel otro sonado robo en el domicilio de las  empresaria y millonaria Esther  Koplowitz en Agosto de 2001 cuando le fueron sustraídas obras de  Brueghel, Goya,  Pisarro,  Sorolla  y otros reconocidos y cotizados artistas. En aquella ocasión los ladrones reconvertidos para la ocasión en traficantes de obras de arte, cayeron rápidamente en manos de la policía al cometer errores de aficionados en el tema del lucrativo  mercado del arte.

O en otro sentido, no ya del robo sino de la intervención artística sean museos y galerías, vulnerando las medidas de seguridad como hiciera el popular  y esquivo artista urbano,  Banksy al  colarse en algunos museos y colgar sus propias obras en ellos, siempre críticas con el "estabilismen" del arte. Este artista ha abierto la "veda" y otros también han seguido su  estela poniendo en tela de juicio no solo la seguridad sino también ciertas cuestiones en relación a la "sacralización" y comercialización  de los espacios culturales.

Obra de Bansky 'expuesta' en el Museo de Brooklyn, Nueva York


Y volviendo a los chatarreros de mi barrio y al robo de las obras de Picasso, Chillida y compañía, al poco de ocurrir, se empezó a especular  si tras dicho robo se encontraban  bandas profesionales  e internacionales "expertas" en este tipo de robos que a modo de "mercenarios" eran contratados por esos nuevos magnates y capos del petróleo o las drogas,  ansiosos de colgar en sus mansiones estas obras tan deseadas. Pero la realidad fue bien distinta, nada de ladrones profesionales  y nada de bandas internacionales, pues a ninguno de ellos se le ocurriría como se le ocurrió a uno de estos ladronzuelos, vender una de las obras robadas  -una escultura en hierro de Chillida-  al  "peso" a un chatarrero de Getafe, la  misma  localidad en la que se cometió el  espectacular robo. Pues eso, hay muchos mundos y todos están en éste. El  del arte, el de los chatarreros y el de la gente de a pie.

                                                                  Chatarreros en Madrid