martes, 12 de agosto de 2014

Joyce, panteras y cometas frente a Ireland's Eye

Estas cinco fotos panorámicas las tomé no hace mucho  en los alrededores de  Dublín. Vistas así parecen lo que son:  cinco fotografías tomadas sin otro aparente propósito que el estético en un mismo día y lugar.  Pero es curioso como algunas fotografías intrascendentes de repente empiezan a encadenarse y a contar historias.



Como la de esta mole redonda o torreón. Estaba en un promontorio del cabo de Howth, enclave costero del Condado de Dublín.

Pero lo curioso es que dicha torre, como podemos comprobar en muchos rincones de Dublín, tiene una relación con James Joyce, el famoso autor de Ulises ( novela que reconozco que no me llegué a leer en su momento completa, aunque lo intenté en un par de ocasiones). A decir verdad , mientras escribía este post descubrí que no era esta torre en concreto sino  una muy  similar que se ve a lo  lejos, en la islita de Ireland´s Eye,  pero no adelantemos la historia ...



Desde ella había una espléndidas vistas de la bahía y del mar. Bahía por la que un día allá por el año ochocientos y pico entraron a saco los vikingos y fundaron una ciudad fortín,  lo que hoy se conocen como la ciudad de Dublín, nombre derivado de las voces irlandesas Dubh Linn, que significan "laguna negra", originada  al parecer por el estancamiento del río Poddle antes de desembocar en el río Liffey, una especie de ensenada fluvial al resguardo del oleaje donde atracaban y refugiaban sus barcos tras sus  míticas correrías y saqueos por media Europa.



Estaba muy próxima a un viejo cementerio irlandés  junto a una iglesia en ruinas (foto anterior) , con tumbas desperdigadas en el suelo, aparentemente abandonadas junto a otras recientes. Entre las cruces y las ruinas se veía el mar, el puerto ( de hecho muchas de  las cruces miraban también al mar, posiblemente de marineros irlandeses que murieron en el mar o vivieron de él) y la pequeña isla en primer término llamada "Ireland's  eye" en medio de la bahía , El ojo de Irlanda,  que tiene un especial protagonismo en esta historia, como se verá. En dicha torre, por lo que pude leer en un cartel que colgaba en las inmediaciones,  estaba ubicado un museo de radios antiguas que no llegamos a ver porque ya estaba cerrado por la tarde.



Imagen de la portada de la novela gráfica  "Dublinés" de Alfonso Zapico

El caso es que, ya a la vuelta de Dublín y  leyendo la novela gráfica "Dublinés" de Alfonso Zapico recomendada por mi amiga Chelucana,  me entero de que en Ireland's Eye hay una torre  muy similar que tiene un nombre y una historia:  Torre Martello de Sandycove , una de las muchas fortificaciones del estilo  repartidas a lo largo de la Bahía de Dublín construídas para prevenir un posible ataque de las tropas napoleónicas, que nunca llegó a suceder.  Posiblemente la torre de mi  foto fue en su momento una de estas fortificaciones, ahora reconstruida y reutilizada para el mentado museo radiofónico.

Ireland's  Eye desde  Howth Harbour, con la Torre Martello  en la punta de la izquierda | Imagen vía  dmoon1 en Flickr

Cuenta Zapito en un pasaje de su novela gráfica  (inspirada en la vida y la obra literaria de Joyce)  que la Torre Martello fue la residencia temporal en plan "okupa" de una peculiar comuna de cuatro jóvenes bohemios dublineses, juerguistas y borrachos, entre ellos -es fácil de adivinar-  un joven ansioso por ser un gran escritor irlandés llamado James Joyce. Se entregaban a la vida contemplativa, a discusiones literarias y políticas de todo tipo y sobre todo, a beber e irse de juega a los prostíbulos y pubs de la costa. Uno de sus amigos,  que sufría ciertos trastornos psicológicos,  comenzó a tener por las noches alucinaciones en forma de una pantera negra que se le echaba encima para devorarlo. Una de las noches, otro de los ocupantes de las ruinas de la torre, harto de los sobresaltos a medianoche, sacó una vieja pistola y comenzó a disparar a la imaginaria pantera del otro amigo. En la oscuridad de la noche los disparos rozaron la cabeza de Joyce que huyó despavorido de la torre aquella misma noche con su maleta, en la que ya llevaba unos primeros esbozos de la que poco después sería su primera novela: "Dublineses" (Dubliners), serie de quince relatos cortos dedicados a la gente de Dublín,, que apareció finalmente en 1914, pues muchos editores rechazaron inicialmente su publicación por la crudeza con la que describía a sus propios paisanos y a su país. Y curiosamente, en la misma Torre Martello arranca su novela más conocida y celebrada, Ulises.

Reconstrucción  actual de la estancia de Ulises en  La Torre Martello


Hoy día, parece  ser porque no lo visitamos,  un  típico "Museo Trampa" al modo  británico. Sin tener mucho  que ofrecer  ha sido convertido  en lugar de peregrinación para los amantes literarios de Joyce y en museo temático (7'10€ de entrada). Sus piezas más relevantes son primeras ediciones de libros, un chaleco, una guitarra, una petaca y un bastón de James Joyce. Mucha fotocopia y algún original en sus cajas de metacrilato con barómetros. La estrecha escalera asciende al cuarto donde posiblemente se alojó Joyce y decoran con una pantera negra de porcelana para evocar el episodio del que hablé más arriba. Hoy día...





Ajenos a todo esta turbulenta y literaria historia de la vida de Joyce, una joven irlandesa lee plácidamente en un terraplén al borde del mar  (tal vez,  quien sabe,  el Ulises de Joyce)  y una familia   juega a volar una cometa más abajo, en el espigón del puerto, frente a Ireland Eye's, isla a la que por cierto  los músicos del  grupo del camello  de los años 70 conocido como  Camel  (aún conservo a buen recaudo las dos cintas de casete de  su álbum  Mirage)   le dedicaron un bello tema del mismo nombre. San Youtube me echa un cable con esta buena versión acústica de su tema "Eyes of Ireland"", no está mal para cerrar un post sobre  crónicas insulares, viajeras y literarias ...

 

Cuya letra traducida,  para quienes somos poco duchos en la lengua de Shakespeare, dice así:


Escuchad ahora chicos,
dijo mi abuela -
os contaré una historia y
entonces os acostaréis.
Hubo un tiempo en el que
vivíamos fuera de nuestra tierra.
Fueron tiempos duros,
y todos nos dejamos la piel en ello.

Pero los vientos soplaron nuestras vidas,
y dispersaron nuestras semillas.
Cambiando el paisaje,
de flores a maleza.
Ved en el cementerio
las familias que se fueron.
Las más grandes lápidas
les recuerdan...

Cuando vosotros salisteis del Puerto,
fueron vuestras últimas vistas de Irlanda.

Cuidamos el fuego,
y las llamaradas se apaciguaron,
las llamas nunca se apagaron
hasta que tuvimos que marchar.
Y cuando nos hubimos marchado,
la casa se vino abajo
y cubrió las huellas
que dejamos en el suelo.

Cuando vosotros salisteis del Puerto,
fueron vuestras últimas vistas de Irlanda.

Mis ojos están ahora cansados
y no verán para mucho.
Pero las imágenes de Irlanda
aún siguen en mí.

Así que venerad vuestro pasado
en los cuartos de vuestro corazón
y nunca estaréis vacíos
de amor cuando partáis.

Cuando vosotros salisteis del Puerto,
fueron vuestras últimas vistas de Irlanda.


 .
Bueno, esta es la breve  pero curiosa historia encadenada de estas pocas fotografías.