jueves, 25 de septiembre de 2014

Jason Padgett, un genio "savant" por accidente



Hay historias sorprendentes. La de Jason Padgett es una de ellas, digna como la que más de formar parte de mis crónicas insulares y de  mi querido Museo Imaginario insular. Quién se lo iba a decir,  Jason era un muchacho normal, mal estudiante, amante del gimnasio, de las chicas   y un tanto juerguista, como muchos de su edad.  Trabajaba en una tienda de colchones en Tacoma y una noche si y otra también  al terminar su turno, solía irse de juerga con los colegas  por los bares de la ciudad portuaria. Hasta ahí todo normal .Hasta que una  desgraciada noche y sin mediar palabra, unos tipos lo esperaban a la salida de un bar, lo echaron al suelo, lo patearon y le dieron una paliza para robarle su cazadora de cuero. Fue tan brutal la paliza que tuvieron que ingresarlo con traumatismo craneoencefálico grave. Cuando despertó del coma, se había convertido en un genio de las matemáticas. Así de sorprendente es la vida y los entresijos de nuestra mente.











Jason Padgett se convirtió de la noche a la mañana en un "savant", una de esas personas  rara avis que tienen unas habilidades mentales sorprendentes,  como desarrollar una memoria fotográfica de nombres  y lugares o  una impresionante habilidad para el cálculo matemático o la música . La mitad de ellas padecen autismo y la otra mitad desarrollan esta rara habilidad a raíz de un traumatismo o una enfermedad,  como el caso de Padgett. Otras como la de Kim Peek han sido incluso llevadas al cine ¿Quien no recuerda al gran  Dustin Hoffmam bordando su papel de autista en  Rain Man?

Si  se pudiera ver el mundo a través de los ojos de Jason Padgett posiblemente tendrías frente a ti una imagen de perfección, de orden, de la estructura que se esconde detrás de los detalles más nimios. Somos víctimas de las cosas, de su violenta unicidad, pues somos incapaces de ver la armonía geométrica del universo frente a nosotros. Debido a aquel  brutal ataque Jason ha sido capaz de ver estos patrones allá por donde va.   Este cambio de percepción es, en el fondo y según dicen los expertos,  el "síndrome de los savant",  un cambio en la estructura de su cerebro que le permite desarrollar esa alucinante habilidad mental, como la de Stephen  Wiltshire, apodado  como "la cámara humana o la cámara viviente ",  por ejemplo, capaz de dibujar de memoria hasta el más mínimo detalle una vista aérea de una  ciudad completa ( aunque nunca haya estado antes)  con solo sobrevolarla una media hora en helicóptero.

Jason en acción dibujando uno de sus complejos entramados fractales

Jason no sólo tuvo la suerte de sobrevivir, sino que su cerebro fue, utilizando un conocido término informático,  completamente reseteado, volviéndose un supercomputador capaz de realizar y de entender complejos cálculos mentales.  No puede evitar contarlo todo, nunca masca chicle para evitar contar el número de mordidas que le está dando. Si se cepilla los dientes tiene que pasar el cepillo por el agua 16 veces. No sabe por qué, simplemente es un número que tiene grabado en su cabeza. Sin embargo, trata de no preocuparse mucho por estos detalles, de no pasar horas descifrando patrones geométricos en el flujo del agua o en los rayos de sol que se rompen al pasar por las hojas de los árboles, simplemente se divierte descubriendo la geometría oculta de las cosas. Cada número le hace surgir una imagen, un patrón nuevo, una forma que hace surgir nuevas formas, cuando cada forma es la semilla de un fractal. Para Jason todo son fractales, todo es el reflejo de esta estructura inacabable .Jason no necesita una calculadora para saber, por ejemplo, que el Teorema de Pitágoras es exacto, sino que puede ver cómo se manifiesta en la geometría de cualquier edificio o cualquier árbol o en la concha de un caracol.

Quantum Sea Shell

El caso es que Padgett ha adquirido cierta sinestesia: ve formas  geométricas en todas partes  y las dibuja meticulosamente a lápiz, regla y compás, nunca antes había sido capaz de dibujar y menos de ser una eminencia en las matemáticas, sino todo lo contrario, un negado total para los estudios.  El universo habla en un lenguaje secreto y desde que Jason fue atacado violentamente por aquellos  asaltantes empezó a entenderlo a través  de los fractales.  Ya he hablado por  aquí  y por allá del fascinante mundo de los fractales y de las matemáticas de genios como Fibonacci  también, así que no es extraño que me llame poderosamente la atención la sorprendente  historia de Jason Padgett, un genio de las matemáticas... por accidente.